DIARIO UNDÉCIMA y DUODÉCIMA SEMANA, 26 de abril a 10 de mayo
DÁNDOLE COLOR Y VIDA A LA MÁSCARA
Una vez hemos definido en la entrada anterior, el concepto de máscara, su historia y sus funciones. En la entrada de esta semana, vamos a detallar el proceso de creación de la misma una vez encontrados los elementos a usar, en nuestro caso como ya señalamos, material reciclado.
El primer paso fue preparar uno a uno todos los elementos necesarios, pintando y decorando individualmente cada uno, hasta finalmente ensamblarlos y crear la máscara definitiva.
El paso más fácil era preparar la base de la máscara, en mi caso la caja de cartón que había conseguido y que dadas sus dimensiones se podía usar perfectamente para decorarla con todos los elementos de mi Pokemon. Además de poder usarla de manera cómoda y sin demasiadas complicaciones, en la posterior representación. El inicio de este trabajo consistió en darle varias manos de pintura al cartón para intentar, dentro de lo posible, eliminar los elementos existentes en dicha caja, quitando material pegado y borrando las letras y dibujos que aparecían en la misma.
Imagen 1: Pintando la caja Fuente: elaboración propia |
Empecé a continuación a dar forma a los ojos, para los que utilicé los recipientes de las velas aromáticas ya usadas como se explica en la entrada anterior, a estos, ya que era material maleable, le di la forma que me gustaba y me pareció adecuada para los ojos de mi personaje imaginario y los pinté primero para darle tiempo a secar.
Con la espuma de poliestireno recorté y di forma a los colmillos y las orejas, los colmillos no hizo falta pintarlos porque son blancos, las orejas decidí pintarlas con los colores acordes al pigmento elegido para la caja.
Imagen 2: Pintando los ojos, la boca, las orejas y los pies Fuente: elaboración propia |
Para las alas hice un molde en papel para conseguir el tamaño deseado y lo pasé a cartón, para posteriormente recortarlo. Una vez conseguido el modelo en cartón lo pinté y me aseguré de detallar minuciosamente la parte frontal de las alas, más que el reverso.
Para la decoración final, elegí unas bolsas de embalaje de plástico, con líneas en colores azul y negro, ya que consideré que combinaban con el color de fondo y me dispuse a recortar círculos y formas redondeadas de diferentes tamaños imitando manchas de algún animal, como se puede ver en la Imagen 3 para que resultase más atractivo a la vista.
Imagen 3: Pintando las alas y decorando con manchas Fuente: elaboración propia |
Con ese material comencé a pegar los ojos (rellenando los huecos con espuma de poliestireno para que no se deterioran o perdieran su forma al pegarlos), las orejas y la boca finalizando con las alas a las que puse un tope, como expliqué antes, para dar aspecto de movimiento.
Una vez pegados todos los elementos principales, puse el punto final con la decoración usando los elementos de plástico recortados y pegándolos con pegamento de tubo.
Sin duda fue un trabajo laborioso y delicado pero muy entretenido y creo que es un magnifico instrumento didáctico para poner en práctica en las aulas, ya que favorece la participación de todos y es divertido a la vez que educativo, de forma que todos pueden aportar materiales e ideas, el fin es centrarse en un objetivo común en el que todos son partícipes de una forma u otra a lo largo del proceso de creación. En relación a sus posibles usos como recurso didáctico, detallaré lo que me ha parecido más relevante de la investigación que he realizado al respecto en la siguiente entrada.
BIBLIOGRAFÍA:
Redacción propia desde la experiencia vivida.
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